El Roble es una residencia de campo en un contexto lleno de montañas y áreas verdes. Los habitantes solicitaron que la residencia fuera diseñada pensando en un núcleo social donde ellos y sus invitados pudieran disfrutar un espacio en el cual se integrara el interior y el exterior. La paleta de materiales y colores fue cuidadosamente seleccionada para acentuar y combinar  con la belleza de su entorno. Los interiores están revestidos casi en su totalidad en piedra San Andrés, trabajada de forma irregular dejando la esencia rústica y de gran dureza que representa el contexto, así trasladándolo a formar parte de los interiores. Para los acentos, se opto por tonalidades crudas y neutras para cuidar la atemporalidad de el espacio y crear un ambiente relajado y acogedor. 

Diseño de Interiores: Rita Barraza Interiorismo

Arquitectura: Moro Estudio

Fotografia:Maria Laura Castro